Hay lugares que no pierden su esencia, aunque el tiempo pase y las modas cambien. El Barrio de las Letras es uno de ellos. Sus madrileñas calles de edificios con balcón y faroles fernandinos donde habitaron grandes autores, de Cervantes a Lope de Vega, son hoy señuelo de modernas ideas de negocio. Cabe pensar que es un barrio con hechizo que atrapa.