Un grupo de voluntarias, aún sin la documentación para poder cruzar a Estados Unidos, se hacen cargo de la única cocina del campamento de El Chaparral, Tijuana, que da tres comidas al día y alimenta a 300 personas de las 2.000 que habitan allí
Un grupo de voluntarias, aún sin la documentación para poder cruzar a Estados Unidos, se hacen cargo de la única cocina del campamento de El Chaparral, Tijuana, que da tres comidas al día y alimenta a 300 personas de las 2.000 que habitan allí