Hablar de comida en Italia es un acto social, económico, cultural, antropológico e incluso político. Depende de la relación que se establezca con la naturaleza, el entorno, la gente y el propio ambiente. Se habla de comida mientras se come, se cocina, se vive, se hace el amor y se viaja. ¡Benvenuti! En 1973, Marco Ferreri dirigió La grande bouffe (La gran comilona), una película grotesco-erótica donde cuatro señores deciden, devorados por el aburrimiento, encerrarse en una casa para comer hasta morir. La historia podría resultar una crítica feroz al consumismo, pero en realidad es el reflejo, exagerado y morboso, de un país enamorado de la que consideran la mejor cocina del mundo: la suya. Este es un recorrido alfabético y apetecible que destripa clichés y socava arquetipos a través de los platos típicos de las 20 regiones italianas. Pienso, luego como.