Antes de que hubiéramos concluido el menú comencé a ordenar mis reflexiones. A pesar de que ningún bocado me había resultado tan llamativo como en otras temporadas, el conjunto lo encontré particularmente equilibrado. Como siempre en Aponiente disfrutamos de originales propuestas con la chispa que caracteriza a Ángel León, capaz de dialogar con el mar bocado a bocado. En conjunto, un desfile de sabores más sucinto que de costumbre con un importante poso de madurez.