El aumento de la población de oso pardo en la cordillera Cantábrica impulsa el turismo de naturaleza, que se ha convertido en motor económico de la zona. Cada vez son más los aficionados que se acercan a lugares como el Parque Natural de Somiedo para poder contemplarlos en su entorno natural. La especial orografía de esta zona permite observarlos sin molestar a los ejemplares desde miradores adaptados para ello. Es necesario armarse de prismáticos o trípodes y armarse de paciencia.