Las mujeres que esperan un hijo en los campamentos irregulares de la frontera colombiana se acostumbraron a desear que el embarazo y el parto vayan bien, pues no tienen dinero para llevar un correcto seguimiento prenatal
Las mujeres que esperan un hijo en los campamentos irregulares de la frontera colombiana se acostumbraron a desear que el embarazo y el parto vayan bien, pues no tienen dinero para llevar un correcto seguimiento prenatal