Lo primero que habría que establecer es que el Orient Express, el mítico tren con el que soñaron Agatha Christie y al que el actor y director Kenneth Branagh dedicó en 2017 una versión de la célebre novela, icono del lujo sobre raíles y leyenda del glamour con traqueteo, se llama ahora Venice Simplon-Orient-Express. Esto sucede porque SNCF (siglas de los ferrocarriles franceses) vendió parte de los derechos a Belmond, una de las compañías del sector del lujo más importantes del mundo, y otra parte a Accron, que explota el sello en otros campos, como la hostelería y los eventos privados.