Durante el pasado año, el fotógrafo británico Nick Brandt viajó a Kenia y Zimbabue con el fin de retratar las vidas de aquellos que se han visto dramáticamente afectados por la degradación y la destrucción de las tierras que eran su hogar. Ante su objetivo desfilan personas y animales con una mirada en la que se percibe la desgarradora tragedia de los refugiados climáticos.