El 2 de agosto de 1999, el Ayuntamiento de Pontevedra declaró la peatonalización de su degradado centro histórico, iniciando su recuperación, que le ha valido premios internacionales y más turismo, sobre todo extranjero: en la última década se ha convertido en el segundo destino urbano que más ha crecido en la provincia tras Vigo; en 2019 tuvo 263.377 pernoctas, un 13,6% más que en 2018. Adentrarse en su transformación es recorrer sus coquetas plazas, que son como las cuentas de un collar de callejuelas serpenteantes enredadas en la ciudad intramuros.