El conquistador Juan de Grijalva arribó al actual Estado de Tabasco en 1518, y hoy el río que baña estas tierras —el segundo más caudaloso de México— lleva por nombre su apellido en su honor. Cuando Hernán Cortés llegó en marzo de 1519 fue recibido en forma hostil y libraría la batalla de Centla. Fue una victoria estratégica para asegurar la región y fundar la primera ciudad en Nueva España, llamada Santa María de la Victoria, hoy totalmente desaparecida, sobre las ruinas de Potonchán. Como consecuencia, el cacique Tabscoob, a quien los españoles honraron con el topónimo, regaló diversas prendas para pagar su derrota: joyas de oro, jade y turquesa, pieles, animales domésticos, plumas de aves preciosas y 20 jovencitas, entre las cuales venía, nada más y nada menos, una tal Malintzin, conocida como la Malinche, personaje decisivo para el devenir de la Conquista. Hay pocos lugares en el mundo donde la naturaleza y la historia ofrezcan tanto como en Tabasco, con increíble potencial turístico.