“Jamás seré vegetariano ni practicaré el veganismo, me entusiasman los mariscos tanto como las verduras, pero me siento feliz cocinado vegetales, un mundo gourmet con caminos inexplorados. El invernadero es sustancialmente omnívoro” me respondió hace pocos días Rodrigo de la Calle cuando volví a preguntarle por su pasión verde. “No tengo declarada la guerra a la proteína animal, en absoluto. Solo que en nuestros platos asume un papel inverso, de aderezo de las verduras”.