Menu Close

Saboreando la Toscana: rutas vinícolas de Florencia a Montepulciano

Entre colinas, viñedos, villas y bodegas, al recorrer las carreteras de la Toscana se comprende por qué nació aquí el concepto slow food, un movimiento que desde los años ochenta reivindica la tradición culinaria local y el buen conocimiento del producto frente al fast food. El sabor, la autenticidad y el uso de ingredientes locales son una garantía de disfrute cuando se sienta uno a la mesa. Este movimiento fue creado por Carlo Petrini, un crítico de vinos italiano, y hoy está presente en todo el mundo, aunque en ningún sitio es tan patente como en esta región italiana y ciudades como Anghiari, Barga, Castelnuovo Berardenga, Civitella, Greve, Massa Marittima, Pratovecchio, San Miniato, San Vincenzo o Suvereto. Y, por supuesto, en Florencia, donde Ark of Taste (Arca de Sabor) protege y promueve los platos que corren más peligro de desaparecer en la región, como la ternera Chianina, el lardo de Colonnata, las cebollas Certaldo, los higos secos de Carmignano, el queso de pecorino de las montañas de Pistoya… entre otros muchos manjares tradicionales. También están protegidos el mallegato de San Miniato, la bardiccio florentino (salchicha al hinojo) o el buristo sienés (una variedad de salami típica de Siena). Productos que son un buen motivo para emprender un viaje culinario, regado, por supuesto, por los buenos vinos de Chianti. 

Seguir leyendo.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *