Andalucía es uno de los mejores destinos nacionales (y por supuesto, internacionales) para vivir la Semana Santa. Durante nueve días las ocho provincias alteran sus ritmos cotidianos y se entregan con inusitado fervor a las distintas celebraciones que se suceden en el calendario. La pasión se palpa y se festeja en la calle. Las imágenes, algunas de gran riqueza artística, son procesionadas a la cálida luz de los cirios, envueltas por los coloridos tonos de las túnicas de nazarenos y acunadas por la solemne música de bandas de tambores y cornetas. El aroma de las ciudades también cambia: el incienso y el azahar impregnan sutilmente el ambiente y transportan a aquel que lo respira a otros mundos, terrenales o espirituales, eso ya es cosa de cada cual.