La pérdida de pelo es una de las mayores preocupaciones estéticas de la población. La alopecia más frecuente es la androgenética, que es hereditaria, pero la caída de cabello también está ligada a factores externos como la contaminación, la dieta, el estrés o hábitos tóxicos como el alcohol o el tabaco. Y todos afectan, especialmente, en el cambio estacional y la entrada del otoño, una época en la que la renovación del cabello está en su momento álgido y en la que el número de pelos que se caen al día —entre 200 y 250— incrementa.