Coreografías orientales inspiradas en las epopeyas hindúes o en el éxtasis de los sufíes, y el contrapunto de Occidente, con sus antiguos bailes guerreros o festivos del Mediterráneo, son espectáculos que no deberían faltar entre las actividades que llevamos a cabo cuando viajamos. Las danzas típicas de un país son una de sus expresiones culturales más accesibles y que más pueden fascinar tanto al viajero más profano como al experto en la región