Exterior noche. Marzo del año 181. La imponente silueta del Castellum de Vindobona (actual Viena), la gran ciudadela romana en la frontera del Imperio con las tribus bárbaras de Germania, al norte del río Danubio, se recorta contra un paisaje sombrío de montañas y bosques cubiertos de nieve. Grupos de legionarios hacen guardia al calor de grandes braseros mientras en lo alto de la fortaleza el emperador de Roma Marco Aurelio (interpretado por Alec Guinness) y su consejero griego Timónides (James Mason) aguardan la llegada del alba. Un augur ciego examina las entrañas de una paloma.