Léon Griffioen, holandés de nacimiento y gaditano de adopción, es un tapado de la alta cocina andaluza. Junto con su mujer, Paqui Márquez, inauguró el restaurante Código de Barra en Cádiz durante la pandemia. Atrás dejaban años de trabajo en un espacio exiguo en la plaza Candelaria, abierto en 2010, donde se gestó el embrión de esta casa. En el nuevo local en la calle San Francisco, con sus aspiraciones gastronómicas intactas, recurren a los hábitos culinarios de la ciudad como fuente de inspiración de sus platos. Ideas que fluyen del entorno, incluidas las tapas más populares, las recetas familiares y hasta remotas alusiones históricas.