La vista más hermosa que se obtiene desde el paseo marítimo de Santander, el Muelle, como lo llamamos los santanderinos, se adueña de todo su centro en los días que sopla con fuerza el viento Sur. Eolo despeja las nubes del cielo, la bahía se encrespa formando olas coronadas de espuma y en el horizonte pueden verse con nitidez los nevados Picos de Europa, incluso hasta los macizos occidentales de Asturias, y, en dirección opuesta, los siete kilómetros de playa que van desde El Puntal hasta Somo y Loredo.