Las Canarias son un paraíso para el senderismo. Nos lo enseñaron los trotamundos alemanes, los primeros en detectar que a este universo de ocho islas tan diferentes entre sí se podía venir a más cosas que a tomar el sol. De todas ellas, la que más condiciones reúne, sobre todo para senderistas avezados y gente con buena condición física —porque los desniveles son de récord Guinness— es la isla de La Gomera, desde donde hoy escribo.