El entusiasmo de las bases del PSOE con todo lo que haga Pedro Sánchez contrasta con el temor creciente en el aparato del partido a que el electorado de izquierdas no se vuelque en unas nuevas elecciones generales el 10-N. Según las estimaciones que manejan en La Moncloa los socialistas subirían de los 123 escaños del 28 de abril a alrededor de 140 el 10 de noviembre. Para que la teoría se cumpla el PSOE tendría que superar el 30% de votos (28,68% el 28-A), el PP no superar el 20% (16,70%) y Ciudadanos caer por debajo del 13% (15,86%).