La conciencia ecológica y la predisposición al ahorro han transformado la dinámica de las reformas. Hoy, no pensamos solo en elegir el color de las paredes o la distribución de los muebles cuando afrontamos una renovación de nuestro hogar, exploramos de qué manera podemos reducir el gasto de luz y gas, incluso de agua, mediante cambios en muros, suelos, sistemas de climatización y electrodomésticos. Aunque estos consumos conllevan unos gastos fijos, hay margen para reducir las facturas.