La potente voz de Jessye Norman se apagó para siempre. La cantante de ópera afroamericana, galardonada cuatro veces con el Grammy y la medalla Nacional de las Artes —el premio de honor que entrega el Gobierno estadounidense cada año—, falleció este lunes en un hospital en Nueva York, como consecuencia de una serie de complicaciones por una lesión de médula espinal que había sufrido hace cuatro años. La reconocida soprano estadounidense tenía 74 años de edad.