Los mercados financieros encaran la recta final del año presionados por dos fuerzas opuestas. Por un lado, en los próximos meses habrá que sortear diferentes riesgos tanto económicos (desaceleración, guerra comercial), como políticos (Brexit, elecciones en España y tensiones entre EE UU e Irán). Por el otro, los bancos centrales han acudido a sofocar posibles incendios con nuevos manguerazos de liquidez.