Santiago Roura, antiguo directivo de Indra reconoció este lunes ante el juez del caso Púnica que recibió presiones de un alto cargo de la Comunidad de Madrid para que su empresa pagara 10.000 euros a Alejandro de Pedro, que realizaba trabajos de reputación en Internet para miembros del Gobierno regional de Esperanza Aguirre. Roura reconoció que se reunió con De Pedro en un coche para hablar de este pago, pero niega que le abonara bajo cuerda cantidad alguna. El juez investiga en este sumario la financiación irregular del PP madrileño entre los años 2003 y 2011.