Las instrucciones proporcionadas por su manager vía e-mail antes de la cita constituyen un prometedor alarde de comunicación sin tapujos: “Por favor, asegúrense de que el fotógrafo llega antes de la hora para preparar. Tal como hemos comentado, nada de tocar las pelotas una vez Iggy haya empezado la sesión. No tendrán el lujo de tomar decisiones en el set o de probar cosas sobre la marcha. Le perderán”.