Las estadísticas anuncian en estas ocho primeras jornadas de Liga un llamativo desequilibrio en el Atlético de Madrid, uno de los mayores de la era Diego Pablo Simeone. Los números dicen que con 0,5 goles encajados por partido y 0,8 marcados de media estamos ante casi el mejor plantel en defensa —en la campaña 15-16 promedió 0,47 en contra— y el peor en ataque desde que Simeone dirigió su primer partido en Málaga (0-0), en enero de 2012.