Hay muchas situaciones cotidianas que pueden generar conflictos en una pareja, desde a quién le toca bajar la basura o sacar al perro hasta qué película elegir para ver una tarde de domingo, pasando por quién controla el mando de la tele. La mayor parte de las veces tienen fácil solución, pero hay problemas que pueden marcar un antes y un después, incluso suponer el principio del fin de una relación. Es lo que científicos de la Universidad de Pensilvania (EE UU) denominan “turbulencia relacional”.