Que las mascarillas faciales han causado furor en los últimos años es de dominio público: tanto las adictas a la belleza como las firmas cosméticas se han especializado en su uso y creación y han conseguido catapultarlas al estrellato. Un crecimiento en búsquedas de más del 80% en los últimos cinco años -según Google Trends- es prueba fehaciente de ello.