El teniente general César Milani fue jefe del Estado Mayor del Ejército argentino entre 2013 y 2015, en el tramo final de la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner. El 17 de febrero de 2017 fue detenido por una doble acusación de delito de lesa humanidad y pasó dos años y siete meses en prisión preventiva. Hace unas semanas fue absuelto en los dos casos. Su historia sugiere que los tribunales se utilizan a veces como castigo político. Sugiere también que un alto oficial peronista es todavía una rareza. Milani advierte ahora de que los Ejércitos latinoamericanos, incluido el argentino, “siguen siendo muy reaccionarios” y están sometidos a una enorme influencia de Estados Unidos. “Las clases altas”, dice, “creen que las Fuerzas Armadas les pertenecen”.