“El orgasmo es un derecho humano”. “Cuenta tus orgasmos, no tus calorías”. “De acuerdo con mi reloj inteligente de fitness, me he masturbado durante cuatro kilómetros”. Son solo algunas de las frases que se pueden leer al dar una vuelta por el CES, la mayor feria de tecnología de consumo del mundo. Junto a ellas, se exponen succionadores de clítoris, collares y anillos vibradores, masturbadores masculinos y aparatos para controlar la eyaculación. La tecnología lleva décadas presente en miles de productos sexuales de todo el mundo. Pero la organización del CES ha tardado más de 50 años en permitir exponer en la feria este tipo de dispositivos.