La relación entre México y Estados Unidos entra en una nueva fase. En pleno año electoral, Washington ha aumentado las exigencias al Gobierno de Andrés Manuel López Obrador en materia de seguridad y combate al narcotráfico. El Ejecutivo de Donald Trump espera que un aumento de la presión contra el tráfico de drogas obtenga para sus intereses resultados como los logrados en migración, donde los mexicanos han reducido con mano dura el flujo hacia la frontera estadounidense entre mayo y diciembre de 2019.