Margarita de Dinamarca tiene fama de ser una monarca a la antigua usanza, de las que no abdicarán y llevarán el peso y las mieles de su corona hasta su muerte. Pero también se ha caracterizado por su carácter feminista e igualitario que la ha llevado, en los 48 años que dura su reinado, a modernizar la institución que encabeza en su país liberándola de ceremonias anticuadas, modos arcaicos y formalidades sin que ello haya significado perder ni el respeto de sus súbditos ni la dignidad de su cargo.