Veinticuatro años después que el presidente Jacques Chirac se encarase con las fuerzas de seguridad israelíes que le seguían de cerca durante una visita a la Ciudad Vieja de Jerusalén, su actual sucesor en el Elíseo, Emmanuel Macron, ha ordenado este miércoles con gesto firme a la policía que abandonase una iglesia de titularidad francesa en el recinto amurallado de la Ciudad Santa antes de penetrar en el templo con su séquito.