El casi siempre apacible rostro de Carlos III se contrajo nada más leer el informe de los espías: Rusia estaba a punto de invadir California, aquellas deshabitadas tierras al norte del Virreinato de Nueva España y que habían sido descubiertas dos siglos y medio antes. El monarca convocó de urgencia al duque de Aranda, a Jovellanos, a Floridablanca y a Campomanes. Acordaron ocupar definitivamente esas tierras y que José de Gálvez fuera el encargado del plan. Gálvez no lo dudó: la fuerza militar la encabezaría el catalán Gaspar de Portolá y Rovira. ¿Sus hombres? La Compañía de Voluntarios de Cataluña, una expedición formada por “naturales de la Corona de Aragón, con preferencia de Cataluña”. Habían sido entrenados para enfrentarse a las belicosas tribus indias. Su sorprendente historia ha sido ahora recuperada en una publicación de la fundación hispanoestadounidense The Hispanic Council titulada Gaspar de Portolá y otros catalanes de la historia de España en Estados Unidos, del historiador Borja Cardelús.