El coronavirus, llamado en términos médicos COVID-19, todavía no ha sido declarado pandemia, pero su expansión imparable por todo el mundo hace crecer la paranoia alimentada por el ciclo diabólico de las noticias. Las imágenes de ciudades enteras en cuarentena, aeropuertos cerrados, supermercados vacíos y la cancelación de los eventos internacionales empezaron en Asia, continuaron por Europa, con Milán como centro neurálgico, y amenazan ahora a Estados Unidos. El futuro apocalíptico de las películas de ciencia ficción se palpa en esos lugares.