Un pequeño milagro de 50 euros salvó la vida de JoaTe, un olivo con más de mil años de Oliete (Teruel) que la despoblación estaba consumiendo. Lo que no habían logrado las sequías y las heladas durante el paso de los siglos, lo estaba consiguiendo la marcha de la población y, por ende, el abandono de la mano de obra de los agricultores. En poco menos de 40 años, el 70% de los vecinos del pueblo se había marchado en busca de una vida mejor y los 300 que aún residían en 2014 no podían cuidar de los más de 100.000 árboles que viven en sus olivares, entre ellos el milenario JoaTe. Cuando todo parecía perdido, un grupo de jóvenes creó Apadrina un Olivo, una asociación para salvar estos ejemplares en el pueblo a través del apadrinamiento de cada olivo por 50 euros anuales, el uso de las nuevas tecnologías y las redes sociales. En menos de seis años, ya se han recuperado más de 8.200 olivos y los padrinos ya suman más de 5.000 de todo el mundo. Poco a poco la vida ha vuelto a florecer en el pueblo, la almazara ha vuelto abrir y nuevas familias han llegado con niños.