David Hockney es un pintor apasionado por las innovaciones técnicas, siempre preguntándose por las formas de renovar los modos de representación de lo real (desde la polaroid a la fotocopiadora). En 2011 se cruzó con la tablet y se hizo coser un bolsillo interior en todos sus trajes para poder llevar su iPad siempre consigo. Como si fuera un estudio portátil. “La gente cree que la técnica sustituye a la mano. No está tan claro. […] Mire este dibujo: está hecho para la pantalla, con los medios de la pantalla, la luz de la pantalla y ha sido realizado por completo en la pantalla. No es una ilusión. Es realmente lo que es”, le dice el artista británico, con el iPad en la mano, a Jean Frémon, presidente de la galería Lelong, en un diálogo incluido en el libro Love Life (Elba).