Está claro que el principal motivo para mantener relaciones sexuales es la reproducción, que sin ella ni siquiera viviríamos para plantearnos por qué nos gusta tanto el sexo. Pero vivimos, nos lo preguntamos y concluimos que tener descendencia es solo uno de los motivos, y ni de lejos el más frecuente. El objetivo de las relaciones sexuales suele ser aliviar el estrés, regular las necesidades emocionales, conectar con la pareja y sentir ese relajante subidón de endorfinas que alivia las tensiones del día a día. Ahora reconozcamos que no siempre acertamos en el centro de la diana, que aún nos quedan preguntas por responder y muchas cosas que aprender. Y claudiquemos ante la evidencia: tenemos vicios, conceptos que hay que desaprender cuanto antes.