Mucho se ha hablado últimamente de la copa menstrual como una alternativa cómoda, ecológica y fácil de utilizar frente a tampones y compresas. Y lo cierto es que buena parte de las mujeres que la prueban hablan maravillas de la experiencia. ¿Entre sus ventajas? Están fabricadas con silicona de grado médico que evita que se acumulen gérmenes (aunque es recomendable esterilizarla tras cada uso) pero, además, no interfieren con el pH vaginal y son mucho más respetuosas con nuestro cuerpo, se pueden llevar hasta 12 horas y no generan desechos, siendo más cuidadosas con el medioambiente.