Sigo a Leonard Cohen (1934-2016) desde el principio. Asistí hipnotizado a su concierto en el Monumental en el 74. Ya nos sabíamos de memoria sus primeros discos, habíamos leído sus libros de poesía: La caja de especias de la tierra, La energía de los esclavos… Y sus dos novelas, El juego favorito y Hermosos perdedores.