La fábrica de Baby Dior, la línea infantil de Christian Dior, en Redon (Francia), vive estos días una actividad atípica. En ella, un grupo voluntario de petites mains –nombre con que se conoce al personal que trabaja en las manufacturas de la moda de lujo francesa– se afanan para confeccionar mascarillas destinadas a los servicios sanitarios franceses, golpeados, al igual que los de muchos otros países, por la pandemia del Covid-19. No es la única imagen sorprendente. En la fábrica de Industrie Cosmetiche Riunite (ICR) en Lodi, Italia, las líneas de producción rellenan con gel desinfectante para las manos frasquitos de 75 centilitros que habitualmente suelen contener productos cosméticos de Bulgari. En su taller de Madrid, la diseñadora Laura Martínez, fundadora de PeSeTa, graba un tutorial para fabricar mascarillas de uso casero (ojo, no sanitario) con tela, aguja e hilo. A su vez, las impresoras 3D de Camper en Mallorca están empezando a fabricar máscaras protectoras faciales a partir de un modelo homologado. La industria de la moda y el lujo pone estos días sus infraestructuras al servicio de las necesidades de las autoridades sanitarias, mientras firmas de todo el mundo donan distintas cantidades a entidades implicadas en la lucha contra la pandemia. Estas son las aportaciones más relevantes.