No hay dudas de que el coronavirus es una emergencia global, como tampoco de que los Gobiernos la utilizarán para ampliar sus poderes. Y una vez la amenaza haya pasado, es probable que algunos de ellos no renuncien a esos nuevos poderes.
No hay dudas de que el coronavirus es una emergencia global, como tampoco de que los Gobiernos la utilizarán para ampliar sus poderes. Y una vez la amenaza haya pasado, es probable que algunos de ellos no renuncien a esos nuevos poderes.