Los líderes de la religión vudú han enseñado a los sacerdotes de la religión afrocaribeña para preparar un remedio secreto contra el nuevo coronavirus y a que preparen las cámaras de iniciación sagrada de sus templos para que reciban pacientes. En Haití, los servicios de salud occidentales escasean y además son demasiado caros para la mayoría de la población. Los lugareños confían a menudo en las plantas medicinales y en las prácticas rituales de sus sacerdotes vudús, a los que llaman houngan, y sacerdotisas, a las que denominan mambo.