Sentadas en el suelo del pequeño taller, las tres cuñadas platican mientras sus manos, veloz y sutilmente, forman con barro distintas figuras que poco a poco se acumulan a su alrededor. Viven en las afueras de Sejnane, un poblado al noroeste de Túnez, en la región de Bizerta. Están casadas con tres hermanos que construyeron sus hogares uno al lado del otro. Cada una de ellas tiene un pequeño cuarto en el patio de su casa, adaptado como taller, en los que se reúnen para trabajar y pasar tiempo juntas.