Cada poco tiempo que una vecina de Conil tendía su ropa interior en el patio trasero de su casa, notaba cómo le faltaba alguna prenda interior. Tan raro era lo que pasaba en su tendedero, que la mujer denunció los hechos a la Guardia Civil. No fue suficiente, tuvo que instalar una cámara de seguridad. Ni por esas descubrió el enigma. Hasta que los agentes montaron una vigilancia no dieron con el culpable, un hombre de 52 años que ahora ha acabado detenido.