Somos testigos de cómo la industria de los servicios financieros atraviesa por una de las etapas de transformación más profundas que se ha visto. Y la explicación más sencilla de lo que viene podría ser esta: a través de la tecnología, la banca dejará de ser un sitio físico al que los clientes VAN para convertirse en algo que los clientes HACEN estén donde estén.