“Pensamiento, lenguaje y escritura manchados por los colores se aprietan en un nudo irresoluble”. Así se expresaba, a comienzos del siglo XXI, Rodolfo Häsler (Santiago de Cuba, 1958, residente en Barcelona desde los 10 años) en la antología de poetas catalanes en castellano Por vivir aquí (Bartleby, 2003). Se situaba, así, entre los autores que, entre las opciones que se abrieron paso a partir de los años ochenta, década en la que se datan sus primeros libros, orientaron su obra hacia la búsqueda y la indagación en el lenguaje y sus límites, en su mestizaje con otras artes, sobre todo con la pintura.