Hace cuatro meses, Abolaji Odunjo adoptó un cambio fundamental en su negocio de venta de teléfonos móviles en un bullicioso centro comercial de Lagos: empezó a pagar a sus proveedores con bitcoins. Odunjo vende teléfonos y accesorios adquiridos en China y en Emiratos Árabes Unidos. Sus proveedores chinos le pidieron que les pagase en la criptomoneda, dice, por la rapidez y la comodidad. El cambio ha aumentado sus beneficios, puesto que ya no tiene que comprar dólares usando el naira nigeriano o pagar comisiones a las casas de cambio de moneda. También es un ejemplo de que, en África, el bitcoin –la criptomoneda original y la de mayor implantación– está encontrando el uso práctico que en general no ha encontrado en otras partes.