Antes de la pandemia, la española María Ortega se reunía con su novio Ahmad Abouzeid, que vive en Egipto, cada dos o tres meses, pero con las restricciones de viaje todos sus planes se paralizaron. La última vez que se vieron en persona fue hace ocho meses. “Nos comprometimos hace un año y nuestro plan era que él se viniese a vivir conmigo en junio”, cuenta María, que ha considerado casarse por poderes (un matrimonio a larga distancia) para que su prometido pueda finalmente entrar a España y acabar con el martirio que significa vivir separado de la persona que amas.