El noreste de Siria se ha visto afectado por la pandemia. Más de 700.000 personas se han visto desplazadas de sus hogares en la región, la mayor parte depende casi por completo de la asistencia humanitaria. Se extienden por las provincias de Raqqa, Hassakeh y Deir ez-Zor, así como alrededor de la ciudad de Kobanê / Ayn Al-Arab en la provincia oriental de Alepo. Muchas viven en entornos sobrepoblados, incluyendo los campos oficiales, campos informales y asentamientos improvisados en escuelas y mercados. Decenas de miles más habitan en casas de residentes locales.